miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cura el Mal de Amor

La “sábila” cura hasta el mal de amor





Los poderes curativos de la sábila son conocidos en el mundo entero Previene las caries, quita el mal olor y combate cualquier malestar del ser humano, inclusive los del corazón


Jorge Maneiro Quesada

Durante siglos los científicos han rondado montañas, escudriñado desiertos, navegado litorales, explorado selvas y tierras lejanas, en busca de flores, hierbas, plantas y árboles. Han escuchado y tomado cuidadosa nota de las leyendas, historias milagrosas y extrañas supersticiones de los nativos. Han profundizado en viejos escritos y costumbres para redescubrir plantas y hierbas olvidadas que pudieran tener propiedades y efectos médicos de interés.
La sábila es también conocida como “aloe vera”, pues éste es el nombre científico que se le da, según su género y especie. En contraste con otras olvidadas plantas medicinales, la sábila ha retenido un lugar preferente en la medicina profesional a través de los tiempos. A lo largo de los siglos, el aloe vera ha sido usado por muchas culturas, como consecuencia de su eficacia en el tratamiento de las quemaduras y cicatrización de las heridas, así como en el alivio de dolores. Existen documentos históricos de los egipcios, romanos, griegos, árabes, chinos e indios que comentan su empleo para uso medicinal y cosmético. Cleopatra, según numerosas referencias, atribuía su encanto y belleza al uso del gel de aloe.

Todo en una “penca”

La "magia" de la sábila no se encuentra en la acción de un sólo ingrediente, sino en la sinergia que se produce entre varios componentes. A esta conclusión llegaron finalmente los científicos después de décadas de estudio acerca de las propiedades del aloe vera y sus beneficios para la salud humana.
Entre algunos de sus elementos químicos y nutritivos se mencionan: aminoácidos, los cuales aportan 20 de los 22 que requiere el organismo; minerales, tales como calcio, potasio, sodio, manganeso, zinc, cobre, hierro y magnesio; así como también vitaminas A, B1, B2, B6, C y B12. El conjunto de estas sustancias ejerce una función analgésica, desinflamatoria, antialérgica, cicatrizante, digestiva y antibiótica.
Sin embargo, las propiedades de esta planta son tan durables como la "flor de un día". Al cabo de unas tres o cuatro horas de haber cortado las verdes pencas de la sábila, el poder curativo de su gelatinoso cristal se esfuma por completo. Sólo los procesamientos industriales adecuados garantizan la vigencia de sus cualidades terapéuticas y cosméticas.

Que no le metan gato por liebre



Algunas empresas, tanto nacionales como extranjeras, han lanzado una serie de productos derivados del aloe vera que solucionan la incomodidad que representa para algunos la extracción del gel y su desagradable sabor original . Sin embargo, no siempre se han regido por las transformaciones más adecuadas para perpetuar la potencia y efectividad de sus elementos.
En primer lugar, hay que cerciorarse de que el producto -sean cápsulas, cremas o jugos -estén derivados de la gelatina de la especie Aloe Barbadensis Miller, que según los especialistas, reúne las propiedades óptimas para el aprovechamiento humano. Muchos productos están hechos con las conchas de las hojas que, si bien no generan efectos secundarios, no aportan beneficio alguno al incauto consumidor. Es más, muchas veces contienen un componente líquido de la sábila llamado aloína, que generalmente produce efectos tóxicos.
Igualmente, es importante saber si la materia prima, es decir el cristal de sábila, fue estabilizada mediante la tecnología conocida como liofilización, que utiliza frecuentemente la industria para sintetizar alimentos por medio de bajas temperaturas. Los procesos basados en altos grados de calor terminan por degradar los elementos activos de su estado original. Venezuela es el primer país de latinoamérica exportador de sábila. En el estado Anzoátegui, en las riberas de del río Querecual, existe una siembra de más de cuatro millones de plantas de sábila, pertenecientes a la hacienda La Bonita, que se procesan y se exportan.
Son muy pocas las casas donde no existe una maceta o una planta de aloe vera en el jardín. También es fácil conseguirlas en una tienda especializada, donde ya se puede encontrar procesada en cápsulas, jugos, ungüentos, gel, champú, cremas, jabones y otros, así como combinada con algunas plantas para surtir otros efectos en el cuerpo.
Nunca está de más tener una planta de sábila en casa. Después de todo, no requiere de muchos cuidados: sólo un lugar soleado y un poco de agua una vez a la semana. Para utilizarla, se cortan las pencas más viejas, ya que sus principios activos se concentran mejor después de dos años. También, de esta manera, la planta no pierde su estética.

Sábila y esoterismo
El Aloe Vera es una planta de gran poder. En muchos sitios se le considera como protectora y portadora de buena suerte. Se recomienda tener una en un sitio social de la casa. En este sentido, su uso está muy extendido en América del Sur, México y América Central, colocándola preferentemente en las zonas de paso, para detectar y absorber la energía extraña o negativa de las visitas. Es de costumbre poner un lazo de color rojo en el aloe vera, cuando se invoca al amor, y un lazo de color verde, cuando se invoca a la suerte. Es muy frecuente su uso en rituales por su gran poder energético. Se puede comparar con el poder del diamante en el mundo mineral. En su sentido místico, se le atribuye el poder de purificar el alma. Para los santeros, la dueña de la sábila es “Yemayá”, una deidad afrocubana que significa “madre de las aguas” y aseguran que esta planta espanta todo lo malo, si se ponen sus pencas detrás de la puerta.

Datos curiosos y advertencias
Algunos recomiendan que para cortar la planta es mejor hacerlo por la mañana. Sin embargo, otros especialistas detallan que lo más recomendable es el corte al mediodía, debido a que los principios activos se encuentran en la parte más importante de la planta, y en horas de la noche se concentran en la zona baja lo que disminuye su capacidad. Cuando se utiliza la sábila se recomiendan dosis muy pequeñas, dependiendo de lo que se vaya a tratar, ya que el abuso de la misma puede causar daños renales muy severos o espasmos dolorosos. Tampoco debe ser consumida por mujeres embarazadas o amamantando y personas con afecciones en el colon. En exceso puede causar reacciones alérgicas en la piel o reducir la visibilidad.

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